miércoles, 3 de abril de 2013

Un amor de verano - Capítulo 8


Capítulo 8


Me quede en estado de shock, no podía creerme lo que me acababa de pasar. ¿Quién era ella para amenazarme a mí? Ya verás esto no se va a quedar así.

Me fui a nadar para despejarme un poco, por ahora no iba a hacer nada contra Ane, encontraré el momento adecuado y entonces me vengare.

Narra Blas:

Estaba a punto de decirle a María que la amaba, que siempre lo he hecho y que no soy capaz de olvidarme de ella, ni de sus ojos, su sonrisa, su pelo, ese beso tan maravilloso…

Pero tuvo que venir Ane a fastidiarlo, pero la verdad creo que así está mucho mejor ya que yo ahora mismo estoy con Ane, soy su novio y sería muy rastrero por mi parte tener novia y estar con otra. Tengo que pensar que es lo que voy hacer, dejar a Ane y empezar nuestra historia de amor con María o dejarlo todo como esta y olvidarla.

Llegue a las toallas cogí el móvil y allí no había ninguna llamada, Ane me había mentido.

Llego Ane y se sentó en mi toalla y me empezó a besarme en los labios y en el cuello. En ese momento salía del agua María y no pude apartar la mirada de ella, era una diosa, era perfecta.

Tengo que tomar una decisión muy pronto.

Narra María:

Llegue a las toallas y allí estaba la odiosa de Ane comiéndose a besos a Blas, pero Blas no paraba de mirarme.

Me tumbe en la toalla para secarme, cuando oí lo que Ane le decía Blas.

       -          Blas, cariño me voy a la cafetería con las chicas y Alex. ¿Vienes?
       -          No gracias, prefiero quedarme aquí a secarme.
       -          Vale.

Ane le dio un beso, me miro con odio y se marchó con Lucía, Laura y Alex. Me había quedado a solas con Blas.

Me tumbe poca abajo para no tener que mirarle, de repente sentí que alguien se tumbaba a mi lado.

       -          Sabes, tienes toda la espalda roja. ¿Te echo crema?
       -          Como quieras, no me importa Blas.

Entonces sentí como Blas me echaba la crema solar por la espalda, en este momento me siento bien, relajada. Entonces sentí como se acercaba a mi oído.

       -          Estás preciosa.
       -          ¿Yo preciosa? Ja, ja, ja.
       -          No en serio.

Me gire y le miré.

Acabamos él encima de mí, muy cerca uno del otro tanto que cuando hablábamos nuestros labios se rozaban.

Me quedé mirando sus ojos, era imposible quitar la mirada de esos preciosos ojos que me hipnotizaban, como siempre, acabe perdiéndome en ellos.

Blas me miró y se fue acercando poco a poco. Nuestros labios a punto de rozarse. Él acorto la distancia que nos separa y me beso. Era maravilloso sentir sus labios cálidos junto a los míos, era una sensación que no se podía comparar con nada. Era simplemente perfecto.

Fue un beso tierno en el que los dos transmitimos muchas cosas, nuestro amor. ¿Amor?, ¿Blas amor por mí?, no creo, pero estaba empezando a sospechar que era cierto, que Blas sentía algo por mí.

Nos separamos y nos miramos a los ojos.

       -          María, tengo que decirte algo.
       -          Dime Blas, antes me has asustado.
       -          María, sé que no me vas a creer, pero me pediste que me olvidara de ti y la verdad es que no puedo.
       -          ¿Por qué no puedes?, ¿No te entiendo nada Blas?
       -       Porque yo te …

4 comentarios:

  1. Un capítulo realmente interesante. Yo diría que es el que más me ha gustado. Ahora mismo me voy a poner a leer el siguiente. Estos capítulos de amor y romanticismo son los que más me gustan :)

    ResponderEliminar