martes, 31 de diciembre de 2013

Un amor de verano - Capítulo 53


Capítulo 53:





Narra María:

Llego al banco donde se encuentra Blas y me siento sin decirle nada, él se sigue quedando de pie y me mira sin saber que decir. No tengo ni idea de por dónde empezar ya que me he quedado sin palabras, aun así lo intento.

               -          Hola – le saludo tímidamente.

Blas no me contesta y me mira fijamente sin poder articular ni una palabra.

               -          ¿Te ha gustado mi regalo? – le pregunto intentando averiguar si ha funcionado, si lo ha ayudado a recordar.
                -          Es precioso… - me dice nada más.
                -          Me alegro de que te haya gustado – le digo sonriéndole.

Blas se arrodilla frente a mí, me coge de las manos y me mira a los ojos.

                 -          Lo siento mucho María pero yo no… - me intenta decir mientras una lágrima resbala por su cara.
                 -          Yo… no pasa nada – le digo mientras me pongo a llorar ya que he comprendido sus palabras.

Me abraza y lloro en su pecho. He comprendido que no ha recordado nada, lo he intentado pero veo que el destino una vez más no quiere que estemos juntos.

                  -          Lo siento mucho María, lo he intentado pero sigo sin recordar.
                  -          No pasa nada, en serio Blas, yo lo he intentado – le digo mientras me separo de él.
                  -          No quiero acerté más daño – me dice mirándome a los ojos – siento no poder recordarte y quiero recordarte.
                  -          Ya está Blas. Déjalo – le digo mientras me levanto y me dispongo a irme.
                  -          ¿A dónde vas? – me pregunta preocupado.
                  -          A casa – le contesto. Le beso en la mejilla y me dispongo a irme.

No sé qué es lo que voy a hacer ahora, le amo, mucho, y no sé qué voy a hacer si él no está a mi lado.
Camino sin rumbo fijo por las calles de mi hogar, no se ha dónde voy pero realmente no me importa nada, solo sigo a mis pies, que me llevan a donde ellos creen que yo debería de estar. Camino y camino hasta llegar a un lugar donde mis pies se detienen, levanto la vista y miro a mi alrededor y observo que me encuentro en el puente que más me gusta de todos, el que atraviesa el río.

Entonces comprendo perfectamente porque mis pies me han traído hasta aquí, ha resuelto todas mis dudas y aclarado mis pensamientos. Ahora sé que es lo que debo hacer.

Narra Blas:

Cuando María se marcha me siento en el suelo a llorar, tengo la sensación de que algo va a ir mal. Tengo un dolor muy grande en mi pecho que cada vez que pienso en ella incrementa más. Sé que la quiero pero no quiero estar con ella porque sé que la voy a hacer daño, daño por el hecho de que no recuerdo nada, absolutamente nada de ella ni de lo que ha significado ella en mi vida. A veces creo que el destino es muy cruel conmigo por hacerme esto, por hacer daño una persona que quiero tanto y que por culpa del accidente no recuerdo nada de ella.

Sigo con mis pensamientos cuando me llega un mensaje, lo abro y es de ella. No puedo creer lo que pone en el mensaje, ¿se ha vuelto loca?

Eche a correr sin saber muy bien a donde ir o donde podía encontrarse. Mis ojos estaban húmedos y no me dejan ver bien pero aun así tenía que encontrarla antes de que fuera demasiado tarde. Hasta que no la tenga en mis brazos no voy a estar tranquilo.

Sigo pensando en ese maldito mensaje que me ha  mandado, ojalá esto nunca hubiera pasado, ojalá todo estuviera bien.

Si la pasa algo yo me muero.

Me detengo para pensar con claridad para poder encontrarla antes de que sea demasiado tarde y que haga la locura que pretende hacer. Vuelvo a leer el mensaje:

“Querido Blas, cuando leas esto puede que yo ya no este.  No puedo imaginarme una vida si no es contigo por eso me voy, me voy para siempre, para nunca volver. Espero que encuentres algún día esa chica que te haga sentir mariposas en el estómago y que haga latir tu corazón a mil por hora. Mi último pensamiento antes de irme de este mundo es para ti, Blas. TE AMO.”

Ahora sé dónde encontrarla, solo espero que este ahí y que no llegue demasiado tarde. 





Autora:

Hola amores!!!!

Espero que os haya gustado el nuevo capítulo y siento que sea tan corto pero hoy no tengo mucho tiempo para escribir ya que tengo que ayudar en casa para la cena.

Espero como siempre vuestros comentarios abajo con vuestras opiniones tanto si os gusta como si no.

Os deseo un FELIZ AÑO NUEVO 2014 lleno de ilusion y amor. Gracias por haberme acompañado este año y hacerme sonreir siempre. Gracias por leer mi novela y por haberme apoyado desde el primer instante en el que dije que iba a realizar una novela sobre Auryn. Gracias a esos 27 seguidores de la novela que me siguen en el blog y a todos aquellos que tambien lo hacen aunque no tengan blogger. Gracias por esas 51.287 visitas al blog. SOIS GRANDES!!!! Gracias por estar siempre ahí. Solo espero que este año nuevo sigais acompañandome y que seamos mas!! jaja

Besos, con amor y cariño, vuestra escritora María.

martes, 24 de diciembre de 2013

Un amor de verano - Capítulo 52


Capítulo 52:





Narra María:

El día de noche buena había acabado y daba paso a la mañana de Navidad. Los padres de Blas y él se habían quedado en casa a dormir ya que cuando terminamos la celebración era ya muy tarde para volver a casa. Por fin había acabado de preparar mi regalo para Blas, me había costado mucho pero sé que al final habrá merecido la pena tanto esfuerzo.

Voy hasta su cuarto y abro la puerta. Me acerco a la cama y le veo dormido. Está tan mono durmiendo…

Dejo el sobre encima de la mesita y me acerco más a él.

                  -          Feliz Navidad, Blas – le susurro y le doy un beso en la mejilla.

Acto seguido salgo de la habitación y cierro la puerta. Bajo las escaleras y salgo de casa.

Solo espero que le guste mi regalo de navidad.

Narra Blas:

De repente me despierto y miro a mi alrededor. No sé porque pero hoy estoy realmente feliz, puede que la causa de mi felicidad haya sido el rato que pase con María pero no estoy muy seguro.

Abro la persiana de la ventana para que haya luz y me cambio de ropa. Cuando estoy guardando la ropa que me puse ayer me fijo en el sobre rosa que hay encima de la mesita. No entiendo él porqué pero presiento que se de quien es. Lo cojo y lo abro. Hay una letra preciosa inscrita en el papel.

“Querido Blas:

Ayer te dije que tu regalo de navidad te iba a encantar y bueno ahí va. Te voy a explicar un poco de que va. Cada sobre rosa que encuentres te llevará a un lugar, un lugar que ha significado algo para los dos, un lugar que es parte de nuestra historia. Ese sobre te contará algo, algo que nos marcó para siempre.

Espero que este regalo te ayude a recordar quien soy, que significo yo para ti y que te signifique algo para ti. Espero que te guste mucho.

Con mucho amor María.

PD: Encontrarás el próximo sobre en el jardín de mi casa junto al árbol.”

Cierro el sobre y salgo corriendo hacia el jardín creo que este regalo me va a encantar. Llego al jardín y encuentro el sobre rosa y lo abro.

“En el jardín pasaron muchas cosas, la que más nos marco fue esta:

Inicio del Flashback:

-              No espera María, ¿quiero hablar contigo?
-              ¿De qué Blas? No tenemos nada de qué hablar, ya lo dejamos bien claro.
-              No, no lo dejamos bien claro.
-              ¿A no?
-              No, escúchame por favor.
-              ¿Qué quieres?
-              Te amo María.
-              Blas…
-              Por favor déjame acabar.
-              Vale.
-              Te amo, sigo creyendo que no es bueno que sigamos juntos, pero necesito saber que sabes que yo te amo y que si pudiera haría cualquier cosa por estar contigo.
-              No, no haces cualquier cosa, podríamos por lo menos intentarlo y tú ni siquiera lo intentas, así que no me vengas ahora diciéndome que me amas y qué harías cualquier cosa por estar juntos por que es mentira.
-              María, no soporto verte a sí y te echo de menos.
-              No te creo, si fuera así ahora mismo no estaríamos así sino juntos.
-              Te amo. No quiero perderte.
-              Ya lo has hecho.
-              ¿Y si te dijera que lo intentáramos, que me dirías?
-              …
-              ¿Blas qué…
-              Te amo, te necesito, quiero estar contigo…
-              No te entiendo Blas, primero me dejas porque no va a funcionar y ahora me pides volver, ¿a qué juegas?
-              No estoy jugando a nada María, esta vez estoy seguro al 100% de que quiero estar contigo pase lo que pase, por lo menos a intentarlo.

Fin del Flashback.

Este momento fue uno de los más felices de mi vida puesto que tú ibas a luchar por nuestro amor, ibas a intentar que lo nuestro durara para siempre. Y por eso lo conservo muy bien en mi memoria para jamás olvidarlo y por eso he decidido contártelo ya que es muy importante para mí y lo fue también para ti.

Próxima pista: La playa.”

Me levanto del suelo en cuanto termino de leer la carta y me dirijo a la playa. ¿Cómo puede ser que me haya olvidado de todo lo que me ha contado? A sí que ella y yo habíamos roto porque me marchaba y aun así la amaba y la pedí que lo intentáramos. No sé qué es lo que me pasa pero cuando he leído la carta me he sentido un poco raro, mi corazón latía muy fuerte como si estuviera reviviendo ese momento, como si volviera atrás en el tiempo y volviera a sentir las misma emociones que sentí cuando se supone que estaba con ella, cuando se supone que la dije todo eso.

Llego a la playa y entro dentro de ella  ya que veo que hay unos pétalos de rosa que me dirigen hacia allí. Cuando el camino se acaba me doy cuenta de que hay otro camino pero en la arena se encuentra otro sobre rosa que me imagino que sea de ella. Me siento sobre la arena y le abro. Huele a ella, este sitio me recuerda a ella y no sé porque.

“En esta playa has pasado tatas cosas… sobre todo con nuestros amigos pero también cosas entre los dos que han marcado un antes y un después en nuestra historia. Te voy a contar dos de ellas, las dos están relacionadas con Anne tú ex – novia, pero empiezo:

La primera es bastante cómica por un lado pero por otro es un poco… como decírtelo… bueno mejor léelo y lo averiguaras.

Inicio del FlashBack:

Ese día habíamos quedado todos para ir a la playa, yo ya había llegado y las chicas también, junto con Alex cuando al cabo de un rato aparecisteis agarrados de la mano, en estos casos en los que yo me sentía tan incómoda apartaba la mirada para no sufrir más.

Nos adentramos en la playa y buscamos un buen sitio. Dejamos las toallas y nos quitamos la ropa para quedarnos con el bañador. Yo fui la última en quitarme la ropa y me quede observando a los demás. Ane como siempre lucía perfecta y tú bueno  ni te cuento. Me quité la camiseta y el pantalón.
De repente me di cuenta de que alguien me estaba mirando fijamente, me giré y te vi. Tú me estabsa mirando embobado,  y pensé ni que estuviera tan buena.

Me tumbe en la toalla. Pero hacía mucho calor, así que me fui al agua sola, ya que nadie me quiso acompañar.

Estaba tranquila y relajada en el agua cuando alguien vino por detrás y me abrazo, me gire y allí estaba tú.

-              Blas, ¿qué estas…
-              Shhhh, calla, quédate así un rato ¿vale?, echo de menos  abrazarte.

Me quede allí quieta, mientras tú me abrazabas. Sentía tú respiración  haciendo contacto en mi cuello, era una sensación maravillosa. Me estaba derritiendo allí mismo y no del calor que hizo precisamente.

-              ¿Sabes una cosa María?
-              No, ¿el qué?
-              No puedo aguantar más tengo que decírtelo, sino te lo digo ya, no sé que me va a pasar.
-              Dímelo ya me estas asustando Blas.
-              María, yo te…
-              ¡Blas, que coño estás haciendo, así con María!
-              Nada, Ane. Sólo la estaba abrazando estaba un poco triste nada más.
-              Ya, ya. Bueno venía a decirte cariño, que tu madre te está llamando al móvil.
-              Vale, gracias. ¿Estás mejor María?
-              ¿Ehhh? A sí, gracias.

Llegue a las toallas y allí estaba la odiosa de Ane comiéndote a besos, pero tú no parabas de mirarme.

Me tumbe en la toalla para secarme, cuando oí lo que Ane te decía.

-              Blas, cariño me voy a la cafetería con las chicas y Alex. ¿Vienes?
-              No gracias, prefiero quedarme aquí secarme.
-              Vale.

Ane te dio un beso, me miro con odio y se marchó con Lucía, Laura y Alex. Me había quedado a solas contigo.

Me tumbe poca abajo para no tener que mirarte, cuando de repente sentí que alguien se tumbaba a mi lado.

-              Sabes, tienes toda la espalda roja. ¿Te echo crema?
-              Como quieras, no me importa Blas.

Entonces sentí como me echabas la crema solar por la espalda, en ese momento me sentí bien, relajada. Entonces sentí como te acercabas a mi oído.

-              Estás preciosa.
-              ¿Yo preciosa? Ja, ja, ja.
-              No en serio.

Me gire y te miré.

Acabamos tú encima de mí, muy cerca uno del otro tanto que cuando hablábamos nuestros labios se rozaban.

Me quedé mirando tus ojos, era imposible quitar la mirada de esos preciosos ojos que me hipnotizaban, como siempre acabe perdiéndome en ellos.

Tú me miraste y te fuiste acercando poco a poco. Nuestros labios estaban a punto de rozarse.  Acortaste la distancia que nos separa y me besaste. Era maravilloso sentir tus labios cálidos junto a los míos, era una sensación que no se podía comparar con nada. Era simplemente perfecto.

Fue un beso tierno en el que los dos transmitimos muchas cosas, nuestro amor. ¿Amor?, ¿Tú amor por mí? pensé, no creo, pero estaba empezando a sospechar que era cierto que tú sentías algo por mí.
Nos separamos y nos miramos a los ojos.

-              María, tengo que decirte algo.
-              Dime Blas, antes me has asustado.
-              María, sé que no me vas a creer, pero me pediste que me olvidara de ti y la verdad es que no puedo.
-              ¿Por qué no puedes?, ¿No te entiendo nada Blas?
-              Que yo te …

En ese momento unos brazos te arrancaron de mi lado, fue Anne, ella nos separó y tenía una cara de enfadada que pá que.

Fin del FlashBack.

Este fue uno de los momentos más significativos aquí en la playa, la verdad nunca supe que era lo que me quisiste decir y espero que algún día si recuperas la memoria puedas decírmelo.”

¡Dios mío! No sabía que todo esto había pasado entre los dos y la verdad es que ahora entiendo todo lo que estoy sintiendo por ella, esa sensación de mariposas en el estómago cada vez que la veo. Aun me falta un trozo de la carta y veo no muy lejos otra carta rosa que fijo que es la continuación de esta.

“La segunda, nos marcó mucho y esta no es nada buena, bueno solo al principio.

Inicio del FlashBack:

De repente vi que te acercabas a mí, como Ane se marchaba. Llegaste hasta a mí y te sentaste a mi lado. Estaba llorando y se me partía el corazón verte así, no podía verte llorar. Sabía que algo malo iba a pasar.

-              María, tengo que decirte algo.
-              Dime Blas, ¿Qué te pasa?
-              Ane me ha dicho que escogiera.
-              ¿Qué escogieras el que?
-              Entre tú y ella, pero que no iba a estar con las dos. Que si quería seguir siendo tu amigo ella no sería mi novia, y si la escogía a ella no te volvería a hablar.
-              ¿¡QUÉ!? ¿Y qué has decidido?
-              María yo…
-              Blas, mírame, sabes que si la has elegido a ella no te voy a pedir que la dejes para que te quedes conmigo.
-              María…
-              No Blas, déjame acabar. Te mentí, te amo y no me he podido olvidar de ti. Llevo enamorada de ti desde que tengo uso de razón y solo quería que lo supieras.

Fin del FlashBack.

Allí cogí y me marche porque no podía soportar la idea de que la escogieras a ella antes que a mí, me dolía saber que la preferías a ella que a mí.”

¿No la había escogido a ella? Si no la escogí no me lo perdonaría nunca.

“La siguiente pista es en el parque del pueblo junto al banco blanco que hay a la derecha detrás de un arbusto.”

Me dirijo hacia allí, cuando llego busco ese banco y le veo pero no me apetece sentarme en él, no sé porque no me siento pero me da una sensación extraña y prefiero quedarme de pies. Observo que debajo del banco se encuentra el sobre lo abro y lo leo.

“Bueno Blas, este es el último sobre de todo y como puedes observar es muy largo. Si ves este lugar espero que puedas recordar algo, este lugar era nuestro lugar, el lugar donde han pasado muchas cosas tanto buenas como malas, este lugar es el lugar donde…

Inicio del FlashBack:

El día anterior había descubierto que tenías novia, Anne, y no puede soportarlo y me marche a casa llorando. Al día siguiente me levante y desayune, me vestí y me dispuse a salir de casa. Cerré la puerta de casa y me dirigí a casa de Lucía. Para ello tenía que pasar por el parque ya que vivía justo al otro lado.

Iba caminando  y pensaba en ti otra vez. Me había prometido a mí misma que dejaría de pensar en ti pero no pude, no pude porque no para de repetirse la imagen de ti besándote con otra chica. Una lágrima recorrió mi mejilla. Bastaba ya de pensar en eso, este verano me había prometido olvidarme de los chicos y así haría.

Pasaba por el parque cuando alguien vino corriendo hacia mí.

-              María…

Eras tú, seguí adelante sin escucharte, lo que menos me apetecía ahora mismo era hablar contigo, ¿por qué el destino es tan cruel conmigo?, que echo hoy para que me le tenga que encontrar precisamente hoy…

-              Por favor espera

Me alcanzaste y me agarraste la mano.

-              Hoy no Blas por favor, déjame ¿vale?
-              No, María, ¿por favor? Habla conmigo ¿vale?
-              Blas no, en serio hoy no es un buen día.
-              No, necesito saber qué te pasa, porque te fuiste llorando del bar, ¿es por mi verdad?

¿Cómo te habías dado cuenta de que me fui llorando? Te mire a los ojos y en ellos vi desesperación, dolor, preocupación…

-              Si es por ti, pero hoy no me apetece hablar contigo, ya te lo contare pero hoy no.
Necesitaba salir de allí, si estaba un minuta más contigo me pondría a llorar de nuevo pero no quiero y menos que tú me vieras.
-              Lo siento María, pero no te vas a ir de aquí hasta que me digas que te he hecho. Perdóname, en serio, no sé qué te hecho pero da igual no era mi intención hacerte daño. Por favor, ¿dime que te pasa?
-              Tú no tienes la culpa y no te tengo que perdonar nada. Tienes todo el derecho del mundo, es tu vida y yo no soy nadie para decirte que debes hacer.

Mis lágrimas pedían salir a gritos, quería marcharme de allí ya.

-              ¿Es por Ane no?, no te cae bien, no te gusta. ¿Dímelo? Sabes que para mí es muy importante tu opinión.
-              No, no es ella, además no la conozco para nada, no sé si es buena, divertida ni nada de nada. El problema no es ella soy yo Blas.
-              No te entiendo nada María, ¿qué quieres decir que el problema es tuyo?
-              Que estoy así porque soy una estúpida y una idiota eso es lo que pasa
-              María, tú no eres ninguna…
-              Si lo soy y punto

Ya no aguante más y me puse a llorar allí mismo delante de ti.

-              Eh? María, no llores, anda ven aquí.

Me cogiste de la mano y me atrajiste a ti y me abrazaste. Me sentía segura entre sus brazos. Me separe de ti y me limpiaste las lágrimas.

-              ¿Dime que te pasa, María? Por favor.
-              Lo que pasa Blas es que yo…
-              ¿Es que qué? Dímelo ya por favor
-              Que no puedo verte besándote con otra chica
-              No entiendo nada de lo que me estás diciendo María
-              ¡Qué te amo joder! ¡Ya está ya lo he dicho, contento!

No pude más y eche a correr a casa de Lucía. Había visto tu cara, era todo un poema ni yo misma que te conozco también sabía explicar tu reacción. Solo sabía una cosa, tú no te esperabas eso para nada.

Fin del FlashBack.

Este fue el momento en el que me declaré, el momento en el que te dije que te amaba, lo que sentía por ti. También en este lugar paso lo que a continuación de mi declaración…

Inicio del FlashBack:

De repente alguien me agarró del brazo y me paró, eras tú otra vez. Que destino más cruel tengo pensé.

-              ¿María, tenemos que hablar?
-              No tengo ganas, además llego tarde a casa.
-              No, tenemos que hablar y ahora
-              Está bien ¿qué quieres?
-              ¿Cómo es eso de que me amas?
-              Pues eso
-              ¿En serio? ¿y por qué no me lo habías dicho?

Tú me acariciaste la mejilla y te acercaste más a mí.

-              Porque no quería perder nuestra amistad.
-              Sabes una cosa deberías habérmelo dicho antes.
-              …

Me quede flipando, ¿Tú me habías insinuando que hubieras estado conmigo?, ¿Acaso tú sentías algo por mí?

No sé en lo que estuve pensando, me lo habría imaginado, tú no sentías absolutamente nada por mí, estaba totalmente segura de ello.

Te acercaste más a mí y me pusiste muy nerviosa. Me volviste acariciar la mejilla y me puse roja como un tomate. Tú tenías novia, no podía pensar que tú me querías.

De repente tú te acercaste más a mí, me agarraste de la cintura, me atrajiste a ti y te fuiste acercando lentamente.

No podía creerme lo que iba a pasar.

Me miraste a los ojos y me besaste.

Fue el beso más perfecto y maravilloso que me habían dado. Pero no esto no estaba bien.
Cuando nos separamos, nos miramos a los ojos y me di cuenta de que estaba llorando. Entonces lo comprendí había tomado una decisión.

Puede que estuve equivocada pero creo que fue la mejor, aunque me dolió, aunque sufrí por ti iba a ser lo mejor.

-              Blas, esto no está bien.
-              ¿Por qué?
-              Porque tienes novia y porque quiero que hagas una cosa por mí.
-              ¿Dime?
-              Olvídate de lo que te he dicho antes, yo no te he confesado nada y ahora mismo no ha pasado absolutamente nada.
-              ¡¿Qué?! ¿Por qué dices eso?
-              Porque quiero olvidarme de ti y aparte tu amas a tu novia.
-              Pero…
-              Nada de peros me voy, adiós Blas.

Fin del FlashBack.

Este fue el momento de nuestro primer beso, ese beso fue el más perfecto de todos. Y bueno esto son uno de los momentos más significativos de nuestra historia aunque tenemos muchos más. Espero de corazón de que te haya gustado y que te haya ayudado. Besos, María.”

“PD: SOLO QUIERO DECIRTE QUE TE AMO NUNCA LO OLVIDES.”

Mis lágrimas caían descontroladamente por mi cara, ahora sé que este sentimiento que tengo es amor, la amo y la quiero. La veo acercarse lentamente hacía y entonces es cuando me doy cuenta de que la amo, de que la quiero pero no quiero hacerla daño porque yo aún no me acuerdo de ella.


¿Qué voy a hacer ahora?








Autora:

Hola amores!!! Espero que os haya gustado este nuevo capítulo y espero vuestros comentarios abajo.

Quería con este capítulo hacer un especial de todos los momentos así mas importantes de la pareja y espero que os haya gustado.

Gracias una vez más por leer y por serme tan fiel.

Os dejo el link de mi novela Story of my life http://loquevamasalladelaimaginacionstoryalv.blogspot.com.es/

Besos, María.

PD: ¡FELIZ NAVIDAD A TODOS! OS QUIERO!!!! Pasar una felices fiestas.

jueves, 5 de diciembre de 2013

Un amor de verano - Capítulo 51


Capítulo 51:




Narra María:

Habían pasado los días y por fin habían llegado las vacaciones de Navidad. Blas y yo volveríamos a casa para pasar las vacaciones con nuestras familias. No sabía que es lo que me iba a deparar estas vacaciones pero solo espero que todo vaya bien.

Para no tener que gastarnos mucho dinero, fuimos los dos en el coche de Blas, ya que por fin se había sacado el carnet de conducir. Íbamos incomodos en el coche hasta que decido poner música para caldear la situación. Me encantaba la canción que estaba sonando, era de Katy Perrie y como me aburría me puse a cantar la canción. Blas me mira extrañado porque estaba cantando, hacía mucho que no cantaba en público, y él nunca me había escuchado, bueno del accidente hasta ahora no.

Se cambia de canción y como la conozco también la canto pero esta vez Blas me acompaña y así pasamos lo que queda del viaje cantando.

Llegamos a casa y allí cada uno se marcha a la suya. Llego a casa y me abre mi madre.

                -          Hola cariño ¿cómo estás? – me pregunta.
                -          Bueno… bien… lo bien que se puede estar – le digo a mi madre tristemente.
                -          Ohhh cariño – me vuelve a abrazar.

La verdad estaba echando de menos estos abrazos maternales, como la había echado de menos. Iba hacía mi habitación cuando me para mi madre.

                 -          Ah cielo se me olvido decirte que mañana en la cena de Noche Buena vendrá la familia de Blas. A sí que ponte bien guapa y sonríe.
                 -          De acuerdo mamá.

No podía creérmelo mañana iban a cenar con nosotros pero la verdad no me apetecía nada de nada. Me marcho a mi habitación y me quedo dormida en cuanto me echo en la cama.


De repente suena el despertador, hoy es el día en el que estoy segura que algo pasará. Me levanto y me visto con la ropa de estar en casa, ya que más tarde me arreglaría mejor para por la noche.

Desayuno unas tostadas y un vaso de leche, y me pongo a ayudar a mi madre en todo lo que pueda. 

Transcurre toda la mañana muy ajetreada, entre decorar el salón y ayudando en la comida de la cena.

La hora se acerca y me dirijo a mi habitación para arreglarme. Me ducho y al salir me seco el pelo y me lo rizo. El vestido ya lo había elegido con anterioridad y estaba tendido enzima de la cama, pero antes me maquillo un poco, sencillamente y me calzo con unos preciosos zapatos de tacón. Me pongo el vestido, es blanco, y si lo he elegido blanco por él, por Blas. Cuando consigo abrochármele oigo el timbre de la casa y sé que ya han llegado a casa. Solo me separan de él unas cuantas paredes. Me miró en el espejo de cuerpo antes de bajar. La verdad es que estoy realmente bien.



Narra Blas:

Hoy cenaríamos en casa de María y nos encontrábamos en la puerta de su casa. Mi padre llama al timbre y nos abre su padre.

                -          Hola, pasad – nos dice.
                -          Hola – dijimos los tres y le damos mi padre y yo un apretón de manos y mi madre dos besos.

Estaba colgando los abrigos de mi padres y él mío en las percha de la entrada cuando siento unos pasos bajando las escaleras. Me giro y la veo. Me quedo embobado mirándola, está absolutamente preciosa. Y madre mía va de blanco.

La espero bajo las escaleras y cuando llega abajo la ofrezco mi mano para ayudarla a bajar las escaleras y ella la acepta gustosamente. Me mira a los ojos y se sonroja. Me encanta verla así, tan vulnerable y frágil.

                 -          Estás preciosa María – le digo sinceramente mirándola a esos ojos tan maravillosos.
                 -          Gracias – dice volviéndose más roja aun y tímidamente – tú no te quedas corto tampoco.

La sonrió y la acompaño a la mesa donde hoy nos espera una larga noche.

Me siento enfrente de ella y no pasa ni un solo segundo del transcurso de la noche sin mirarla. No sé qué es lo que me pasaba pero no quería que este sentimiento cesara, ya que me encontraba a gusto así. Al acabar la cena nos sentamos en el sofá y nos pusimos a hablar de todo un poco.

Me quedo observando a María, en sus gestos, en su movimiento, en su forma de hablar, en la expresión de su cara, pero sobre todo observo su mirada y sus ojos, esos ojos que son tan cautivadores y que me tienen atrapados.

María se da cuenta de que la estoy viendo, hace una sonrisa falsa y luego se levanta y sale al jardín. No lo entiendo ¿Por qué su mirada estaba tan triste? Tengo que averiguarlo.

Salgo detrás de ella y me dirijo hacía ella. Está sentada junto al árbol de navidad que han puesto en el jardín. Me acerco sigilosamente y la escucho llorar y mi mundo se viene abajo sin saber porque.

Me siento junto a María y ella se gira para mirarme. Se quita las lágrimas de su cara y me mira a los ojos.

    -          ¿Por qué me haces esto? – me pregunta con un deje de angustia.
    -          ¿Hacerte el qué? – le pregunto sin saber de lo que me estaba hablando.
    -          Hacerme sentir que todo está bien, que todo ha vuelto a la normalidad cuando no es verdad – me dice y se le escapa una lágrima de sus hermosos ojos que ahora están tristes.
    -          To está bien – le digo mientras la acaricio la mejilla y le quito la lágrima que había surcado su cara.
    -          No, no lo está. Si lo estuviera ahora mismo estaríamos junto y te acordarías de mi – me dice esta vez ya llorando.
    -          Shhhh – la intento calmar mientras la abrazo, ese abrazo que me hace sentir bien – yo lo estoy intentando de verás, pero no puedo.

Se separa de mí, y me mira a los ojos, poco a poco nuestros cuerpos se vas acercando hasta que…

Narra María:

Me separo de él y le miro a los ojos y poco a poco nuestros cuerpos se van acercando como si estuviéramos sincronizados y nos necesitáramos el uno al otro, como si ninguno de los dos pudiera vivir sin el otro.  Nuestros labios se encuentran y nos fundimos en un beso, un beso tan anhelado… como extrañaba sentirlo tan cerca.

    -          Yo… María…no – me aparta Blas.

Le miro triste y mis lágrimas vuelven a surcar mi cara.
    -          No es lo que tú piensas – me dice intentando que dejara de estar triste.
    -          ¿A no? – le digo ya un poco enfadada, aunque su culpa no es si no siente nada por mí.
    -          No, es porque aún no puedo acordarme de ti y no quiero acerté sufrir más de lo que ya estas sufriendo.

No puedo evitarlo y le abrazo, es siempre tan adorable y cariñoso conmigo… me le comería a veces. Nos quedamos allí abrazados, yo entre sus piernas y apoyada en su pecho y él con su cara en mi cuello y sus brazos rodeando mi cintura, mirando a la nada. Una nada que a nosotros nos parecía el paraíso.

    -          ¿Me has comprado algo por navidad? – me pregunta Blas susurrándome al oído.
    -          Por supuesto ¿y tú? – le pregunto mientras giro mi cabeza hacia atrás para mirarle a sus ojos.
    -          Claro princesa – me dice sonriéndome - ¿el tuyo cómo es?

Me quedo callada un segundo pensando en ese “princesa” y sonrío como una boba.

    -          Mañana lo sabrás Blas, no seas impaciente pero sé que te va a encantar – le digo emocionada por mi gran regalo, no se lo espera ni él.
    -          Está bien, pero seguro que viniendo de ti me encantará.
    -          Eso tenlo por seguro – le digo mientras le sonrío y el me besa en la mejilla.

Ese regalo es…


ES ÚNICO Y VERDADERO QUE ESPERO QUE PUEDA AYUDARLE A RECORDARME.






Autora:

Espero que os haya gustado el nuevo capítulo. Como ya dije en el aviso el final se va a cercando y ya lo siento mucho, de verdad, pero creo que ha llegado la hora de terminarla y comenzar otras nuevas.

Espero como siempre vuestros comentarios abajo con vuestras opiniones y vuestras sugerencias.

Gracias a todas por estar siempre ahi, a mi lado, tanto en lo bueno como en lo malo. Os quiero mis fieles lectoras.

Besos, María.

lunes, 2 de diciembre de 2013

AVISO


Lo siento mucho chicas pero tengo que deciros que la novela esta a punto de terminar. Todas las dudas y pregunta que querais hacerme sobre el porque dejo la novela o porque he decidido terminarla las podeis hacer mediante un comentario.

Eso sí no os preocupeis que no dejaré de escribir jajaja, escribiré otra novela, una va a ir sobre los juegos del hambre y había pensado en la pareja de Cato y Clove ¿qué os parece?.
Y la otra será porsupuesto de Auryn, pero quiero vuestras opiniones sobre quien quereis que sea el chico protagonista:
- Blas otra vez.
- Álvaro
- Dani
- Carlos
- David
Tengo que deciros que para mi es más fácil escribir sobre Blas porque soy chiquitita pero haría el esfuerzo de escribirla sobre otro. A sí que ¿qué os parece?

Pues ya sabeis a votar con vuestros comentarios en el blog.

Besos, María.

PD: LO SIENTO MUCHÍSIMO

jueves, 28 de noviembre de 2013

Un amor de verano - Capítulo 50


Capítulo 50:



Narra Álvaro:

Empiezo con mi relato de la primera que lo hicimos, bueno casi.

“Inicio del  Flashback”

Hacía un día nublado cuando me desperté, un día de esos que están tristes y que no te apetecen hacer nada de nada, pero yo estaba feliz y contento, hoy había quedado con mi chica. Con Didi, tenía preparado algo precioso que espero aunque estoy seguro que le va a encantar.

Me arreglo y me dispongo a preparar todo para esta tarde, para nuestra tarde.

Llega el momento de pasar a buscarla, me miro en el espejo antes de salir por la puerta, me miro la camisa y el pantalón y pienso “estoy irresistible” ja, ja, ja, a veces soy un poco creído.

Me monto en el coche tras salir por la puerta del portal y me dirijo a su casa, allí en la puerta me espera ella con un vestido azul oscuro que le sienta como un guante. Me ve llegar y se dirige a hacia mí con una sonrisa en la cara. Abre la puerta del coche y se sienta.

                -          Hola guapo – me dice dirigiéndose a mi boca.
                -          Mmmmm hola hermosa – le contesto tras separar nuestros labios de ese perfecto beso.
                -          ¿A dónde me llevas? – me pregunta curiosa.
                -          Ahhhh sorpresa.
                -          Jo – se queja y pone cara de pena.
                -          Ja, ja, aunque me pongas esa cara no te lo voy a decir ja, ja.

Transcurrió todo el camino entre risas y besos robados por mi parte. Llegamos al lugar de destino. Salgo y le abro la puerta del coche.

                -          Muchas gracias caballero – me dice riéndose mientras sale del coche.
                -          Ja, ja, ja me concede el honor – le digo estirando el abrazo hacia ella.

Me lo coge gustosamente y nos dirigimos hacia el local donde hoy íbamos a cenar. Entramos y Didi se quedó sorprendida, era un restaurante precioso junto al mar, nos dirigimos a nuestra mesa, se encuentra apartada del resto en la terraza con vistas al mar.

                 -          Es precioso Álvaro – me dice agarrándome del cuello y besándome.
                 -          Tú lo eres más – le respondo y la vuelvo a besar con ganas.

Pasamos el resto de la noche cenando, haciéndonos mimitos y besándonos, de eso no faltaba.

Se hizo de noche y nos dirigimos a mi casa, que la comparto con Blas. Nos besamos sin parar, cada vez íbamos subiendo la intensidad de nuestros besos. La empuje hacia la pared y le bese en el cuello dejándola un rastro de ellos desde el nacimiento de su pelo hasta el inicio de su escote. Cuando llego a esa zona Didi suelta un gemido y es cuando me enciende. Me separo de ella y comienzo a quitarme la chaqueta y la camisa con su ayuda. Me vuelve a besar intensamente y me besa en el cuello, en mi punto débil, ¡joder como me ponen esos besos! Comienzo a bajarle la cremallera del vestido y lo deslizo por su cuerpo hasta que cae al suelo.

                  -          ¡Dios como me pones Didi! – le digo gruñendo.

La oigo reírse y me pongo más cachondo. La agarro del culo y la subo y ella enrolla sus piernas, cuando de repente oigo pisadas bajando las escaleras.

                  -          ¡Ay dios no he visto nada! – dice Blas y vuelve por donde ha venido.

“Fin del Flashback”

                  -          Y hasta ahí es la primera vez que estuvimos a punto de hacerlo pero este pelmazo nos interrumpió – digo señalando a Blas.
                  -          Oye lo siento, no sabía que ibais a estar los dos ahí abajo en plan… ya sabes… - intenta disculparse Blas.
                  -          Ja, ja, ja – se ríen los demás.
                  -          ¿Ésta solo fue Blas no? – dice Dani.
                  -          Si, las demás iban los dos juntitos.
                  -          ¿Cuál fue la siguiente?
                  -          La siguiente fue cuando nos fuimos todos el fin de semana a la playa, esa vez estábamos los dos en unas rocas escondidas de la vista de la gente, cuando aparecen estos dos andado como si nada.
-          Oye habíamos ido a buscaros para irnos a comer, si no estuvierais haciendo cosas perves nosotros no hubiéramos interrumpido nada importante – vuelve a defenderse Blas.
                  -          ¿Y la penúltima? – pregunta David.
                  -          Fue la semana pasada en el jardín de la casa de las chicas, estábamos solos en casa así que, ¿qué mejor momento que aquel? Pero no ellos tuvieron que entrar por la puerta del salón al jardín y volvernos a interrumpir – digo ya un poco molesto mirando a Blas mal.
                  -          Si no estuvierais…. – dice Blas pero no le dejan terminar.
                  -          Lo sabemos Blas – dice Carlos riéndose.
                  -          ¿Y tú Blas qué? – le pregunto.
                  -          ¿Yo qué? – pregunta de manera desinteresada, pero estaba nervioso.
                  -          Pues tú con María.
                  -          Nada.
                  -          Eso no se lo cree nadie – dice David.
                  -          Bueno, ella y yo … pues …

Narra Didi:

                   -          Pues haber, Álvaro y yo nos conocimos en una tarde que salía de mis clases de baile.

“Inicio del  Flashback”

Iba entretenida pensando en mis cosas y escuchando música mientras tomaba un café, cuando choque con alguien y le derrame todo el café por encima.

                 -          Lo siento, lo siento, que patosa soy – le digo intentando disculparme deprisa.

Me mira a los ojos y se queda petrificado mirándome hasta que me responde:

                 -          No te preocupes preciosa, yo también iba distraído.
                 -          ¿Puedo ayudarte en algo? ¿Puedo hacer algo por ti? – le pregunto.
                 -          Por poder… ja, ja, que maleducado soy, me llamo Álvaro -  me dice sonriéndome y dándome dos besos.
                 -          Yo soy Diandra, pero mis  amigas me llaman Didi – le contesto.
                 -          ¿Me acompañas a casa y luego vamos a una cafetería y te compro otro café? – me pregunta.
                 -          ¿Intentas tener una cita conmigo? – le digo riéndome.
                 -          Ja, ja, bueno puede que sí, puede que no, nunca lo sabrás ¿qué me dices?
                 -          Está bien.

“Fin del Flashback”

                 -          Ohhh que bonito – dice Natalia.
                 -          La verdad es que fue el destino quien nos ha unido – digo.
                 -          Cuéntales cómo te pidió que fueses su novia – dice María.
                 -          ¿Tú lo sabes María? – pregunta Adri.
                 -          Aja – dice María.
                 -          Que fuerte ¿y a nosotras no nos lo había dicho? Que mala persona – dice Natalia.
                 -          No te pongas así, ahora mismo os lo cuento, era un día precioso de otoño, hacía un poco de fresco…

“Inicio del Flashback”

Me cambie y me puse la ropa para ir a baile, como iba todos los viernes por la mañana ya que los viernes no tenía clases de la universidad. Llegue al estudio y pase una clase estupenda y fantástica, bueno todas me gustan.

Al salir hice mi rutina de siempre, fui a la cafetería a por mí café y me dispuse a ir hacia la parada de bus para llegar a casa ya que me moría de hambre, es lo que tiene tanto ejercicio cuando alguien me da unos golpecitos en la espalda. Me giro y veo a un chico, de repente se pone a bailar. ¿Qué es esto? ¿Este tío está loco no? ¿Qué hace bailando en la calle? Comienza a sonar una música muy pegadiza con el baile que estaba realizando. A continuación una chica se pone también a bailar los mismo pasos del chico y así sucesivamente 2, 3, 4 … cada vez se unían más personas a bailar. Me rodearon. 

¡Madre mía que vergüenza estoy pasando! La música dejo de sonar y se reemplaza por una más lenta.

Alguien me pone un ramo de rosas delante de mis ojos, las cojo y la huelo, son preciosas. Me giro para averiguar quién está de tras de todo esto. Al hacerlo lo veo, es él, mi niño bonito.

                  -          ¿Álvaro…
                  -          Shhhhh – me calla poniendo un dedo sobre mis labios.
                  -          Pero…
                  -          Shhh pequeña, déjame hablar a mi ¿vale? – me dice.

Asiento con la cabeza. Lo veo arrodillarse ante mí, me agarra la mano, me la besa y me dice:

                   -          Didi, quiero decirte desde aquel día que tiraste tú café encima de camiseta, justamente aquí, has sido la persona más importante de mi vida, doy gracias a dios por hacer que nuestro destino nos junte. Eres lo más importante de mi vida, eres todo lo que siempre quise. Eres mi primer pensamiento cada mañana y mi último al acostarme. Quiero tenerte siempre a mi lado, verte sonreír y ser yo el causante de esa felicidad. Quiero darte todo, incluso más. Quiero estar contigo siempre, quiero envejecer contigo. Quiero que seas la madre de mis hijos. Eres la persona más maravillosa y absolutamente perfecta. No sé si te merezco pero lo que sí sé es que te amo. ¿Quieres ser mi novia? – me dijo mirándome a los ojos.

Yo no paraba de llorar, era lo más bonito que nadie me había dicho nunca. Estaba feliz porque el chico que amaba me correspondía. Todo el mundo estaba en silencio esperando mi respuesta. Le miro y veo que empieza a asustarse, teme que le diga que no y lo veo en sus ojos.

                  -          Si, si, si y sí. Te diría un sí siempre – le contesto.

Le veo una sonrisa esplendida en su cara, se levanta y me coge y me da vueltas en el aire. Le paso mis manos por su cuello y él se acerca a mis labios y me besa dulcemente.

                   -          Me acabas de hacer el hombre más feliz sobre la faz de la tierra – me dice mientras apoya su frente con la mía.
                   -          Y tú la mujer más feliz del universo – le digo.

Y nos fundimos en un beso.

“Fin del Flashback”

                   -          Y si fue como Álvaro me pidió ser su novia – les digo.
                   -          Dios si es que sois para comeros – dice Lucía con cara soñadora.
                   -          Madre mía que monos – dice Natalia.
                   -          Álvaro sí que se lo ha currado – dice Adriana.
                   -          Pues la verdad es que sí.

Note a María un poco distante y triste. Sé lo que está pensando, y tiene cuatro letras: BLAS.

                   -          Ya está bien, se acabo de hablar de mí, ahora vamos a hablar de María – digo.
                   -          ¿De mi porque? – pregunta nerviosa.
                   -          Ya está bien María, sabemos que estas sufriendo, ahora cuéntanos que es lo que te pasa, desahógate con nosotras, por favor – le dice Lucía.
                   -          Está bien – dice mirando al suelo.

Narra Blas:

                    -          Pues no se chicos… las cosas están muy raras la verdad. Sé que ella siente cosas por mí, incluso ella me lo ha dicho – digo.
                    -          ¿Y tú? – me pregunta Dani.
                    -          ¿Qué que es lo que siento yo por ella? No lo tengo muy claro. Siento algo cuando estoy con ella pero creo que estoy confundiendo el amor con el amor de la amistad. Pero no estoy seguro – le contesto.
                    -          Antes la amabas, digo, antes del accidente – me dice Álvaro mirándome.
                    -          ¿Y qué me dices con eso? – le pregunto.
                    -          Que intentes recordar, María está triste, no come, no duerme, no puede olvidarte y te ama cada día más – me dice.
                    -          Yo… intentaré recordar lo prometo y en vacaciones tomaré un decisión de que es lo que hare con mi vida.

Narra María:

                     -          Os contaré todo lo que queráis – les digo.
                     -          ¿Cómo te encuentras ahora? ¿Cómo te sientes? – me pregunta Natalia.
                     -          Pues estoy fatal la verdad. Ya no sé qué más hacer, no soporto más esta situación. No como bien, no duermo bien, me paso todo el día triste por las esquinas. El único momento que estoy realmente bien son los momentos que paso con Blas – termino llorando.
                     -          Ohhh María ¿por qué no nos habías contado nada cielo? – me dice Adriana abrazándome.
                     -          ¿Y con Blas cómo están las cosas? – me pregunta Lucía.
                     -          Bien, pero él solo me ve como una amiga, como una buena amiga. Lo he intentado todo chicas, absolutamente todo para que vuelva a enamorarse de mi pero sé que él ya no me va a ver nuca más así – digo con voz quedada y sin dejar de llorar.
                     -          ¿Y qué piensas hacer? – me dice Didi.
                     -          No lo sé, esperaré hasta después de vacaciones de Navidad y si esto no cambia, no sé lo que haré. Probablemente me marche para intentar olvidarlo.

Las chicas me abrazaron y pasamos todo lo que quedaba de la tarde y noche riéndonos y viendo películas, la verdad necesitaba una tarde de chicas.

Al llegar la noche no pude dejar de pensar en Blas, en todo lo que ha significado para mí. No sé lo que voy a hacer de aquí en adelante pero lo sé algo que sé a ciencia cierta.

Me paso toda la noche llorando por él y por lo que podríamos haber sido juntos los dos.


SIN BLAS YO NO SOY NADIE, SIN ÉL MI VIDA NO TIENE SENTIDO, NO SOY NADIE SIN ÉL.







Autora:

Hola chicas!!! espero que os haya gustado mucho el nuevo capítulo y siento tanto la tardanza pero estaba con los examenes finales de evaluación. Muchas gracias a todas por desearme suerte.

Jo no puedo creer que ya sea el capítulo 50, gracias a todas por seguir cada uno de los capítulos y comentarlos, sin vosotr@s esto no seguiría hacia delante. Gracias de corazón.

Espero vuestros comentarios abajo como siempre, dándome vuestra opinion.

¿Qué creereis que pasará a continuación con Blas y María? ¿Blas recuperará la memoria como va ha intenta? ¿Qué hará María si no recupera a Blas? ¿Volveran? ¿Se enamoraran de nuevo? ¿María se marchará? ¿Blas no sentirá lo mismo que siente María?

Besos, María.