sábado, 31 de agosto de 2013

Un amor de verano - Capítulo 41


Capítulo 41:




Narra Adriana:

Dani se para y me mira.

                -          No Adriana, basta ya, deja de hacerme esto ¿vale?
                -          No voy a parar Dani,  no hasta que me escuches.
                -          ¿Pero es que no lo entiendes? No quiero escucharte – me dijo mirándome a los ojos.
                -          Te quiero – le dije mirándole.

Dani se había quedado mudo, le veía que no se creía lo que le estaba diciendo.

                -          Es… es una broma – me dijo dubitativo.

¿Este niño es tonto o qué? Le acabo de decir que le quiero y me dice que es broma, es cabezón como él solo.

No puedo dejar que piense eso, tengo que hacer algo. Me acerqué a él y por suerte Dani se queda en su sitio. Me mira a los ojos y yo a él, son preciosos y me pierdo en ellos.

                 -          Te quiero – le susurro mirándole a los ojos.

No aguanto más, me acerco a él y le beso. Es un beso absolutamente perfecto, aunque el tarda un poco más en reaccionar y corresponderme.

Me sentía la chica más feliz del mundo, el beso es cálido y nos hemos transmitido con el todo el amor que nos tenemos el uno por el otro.

Narra Dani:

La estaba besando, por fin, con las ganas que tenía de probar sus labios de sentirla. Y lo más importante de todo, me había dicho que me quería y ahora sé que no es mentira, su beso me lo demuestra, me demuestra todo el amor que siente por mí y yo igual a ella.

Nos separamos jadeando para poder respirar.

                  -          Yo también te quiero Blue – le digo sonriendo.
                  -          Y yo a ti mi Blue – me dijo mi princesa.
                  -          ¿Cenamos? – le pregunto.
                  -          Si será lo mejor, se nos va a quedar frío.

Nos sentamos a cenar y como bien caballero que soy, la ayude a sentarse. Nos dispusimos a cenar, estaba todo absolutamente delicioso, como me conocía, había puesto mi comida favorita, la adoraba.
Cuando acabamos de comer decidimos ir a dar un paseo por la orilla del mar. Íbamos cogidos de la mano. No hablamos, solo nos miramos a los ojos y con una sola mirada expresábamos lo que sentíamos en  ese momento.

Adriana mira al cielo y me mira después a mí. Ella se sentó en la arena y volvió a mirar al cielo. La imite y me siento junto a ella.

                   -          Son preciosas ¿verdad? – me dijo.
                   -          No tanto como tú – la respondo.
                   -          Mentira – me dijo sonrojándose.
                   -          Yo solo digo la verdad, siempre digo la verdad.
                   -          Pues esta vez mientes, aquí el guapo eres tú.

No pude resistirme más y la bese, como si no hubiera mañana, la necesitaba tanto, era como un soplo de aire fresco. Ella me correspondió.

                    -          Te quiero Blue – le digo.
                    -          Yo también te quiero rubio.

Volvimos a besarnos, el beso cada vez se volvió más intenso, la acaricie y una cosa llevo a la otra y acabamos haciendo el amor, ahí en la playa, bajo la luz de las estrellas.

Adriana se durmió, es absolutamente perfecta, es hermosa, la amo tanto y esta noche ha sido la mejor de mi vida, siento que ella es la mujer de vida.

                     -          Te quiero Dani – la oí susurrar en sueños.

Una sonrisa se me dibujo en mi sonrisa.

                      -          Yo también te quiero princesa – le dije.

La bese en los labios y me acosté a su lado y la abrace por la cintura, y allí me quede dormida con la mujer de mi vida.

Narra Adriana:

Me despierto por el ruido de las olas del mar, me incorporo y me di cuenta de todo lo que había pasado por la noche.

Ha sido la mejor noche de mi vida, ha sido mi primera vez, pero ha sido la mejor por haber sido con él, con el hombre de mi vida.

Me giro y allí esta él, tan perfecto como siempre. Me enamoro cada vez más de él. Le di un beso y me dirigí al mar, me apetecía darme un baño.

Me metí dentro, se estaba de maravilla. De repente siento unos brazos alrededor de mi cintura y un beso en mi hombro.

No necesito girarme para saber que era él, me sentía segura así entre sus brazos.

                   -          Te quiero Dani – le digo.
                   -          Y yo a ti Adri.

Me giro y me quedo abrazada a él y no puedo más y le beso, necesitaba sentir sus labios junto a los míos.

Y allí nos quedamos el día entero en la playa.

Habíamos comido un poco de las sobras y me senté después en su regazo.

                   -          ¿Sabes una cosa Dani? – le pregunto.
                   -          Dime preciosa.
                   -          Oye deja de decirme esas cosas que me pongo roja.
                   -          Lo sé, por eso lo hago, porque te ves encantadora a sí – me dice mirándome a los ojos.
                   -          Eres perfecto ¿lo sabes?
                   -          Tú sí que eres perfecta.

Y nos volvemos a besar.



Autora:

Siento haber tardado tanto en subir un capítulo, espero que os guste y que dejéis vuestros comentarios abajo. Una vez más gracias por leer mi novela y por ser unas lectoras fieles. Me gustaría que me dijerais que es lo que más os gusta y lo que menos, y sobre todo lo malo para poder mejorar.
Voy a dejar la pareja de Dani y Adriana y comenzare con otra, aunque no os dire cuel, sera sorpresa. Aunque aun queda un par de capitulos de Dani y Adriana en la que él le devolverá todo lo que ella ha hecho por él y más.
Gracias una vez más.

Besos, María.

domingo, 25 de agosto de 2013

Un amor de verano - Capítulo 40


Capítulo 40:




Narra Adriana:

Dani me acaba de decir que me quiere, esto es un sueño fijo.

                 -          ¿Y? – me pregunta impaciente Dani – te has quedado muda.
                 -          Yo... lo siento Dani.

No podía creérmelo a sí que cogí y me marche del bar corriendo. Seguro que era mentira, como me va a querer él a mí, si yo no soy guapa ni nada.

Corrí hacia casa pero algo se interpuso en mi camino. Era Dani. Me agarra del brazo pero me suelto de él por un tirón.

                  -          ¿A dónde vas Adriana? – me pregunta volviendo a agarrarme pero esta vez de la cintura.
                  -          A casa, me voy a casa Dani. – le contesto.
                  -          ¿Pero por qué? ¿He hecho algo malo? – me vuelve a preguntar, esta vez triste.
                  -          No has hecho nada malo, al contrario todo ha sido perfecto.
                  -          Pues no te entiendo – me dice confuso – es porque te he dicho que te quiero y tú no me correspondes ¿verdad?
                  -          Dani…
                  -          Lo sabía, lo siento Adriana.

Dani me suelta y se marcha. Me quedo pensando, a lo mejor si me quiere.

Voy detrás de él e intento pararle.

                   -          Espera Dani – le digo.
                   -          No Adriana, está claro, yo no te gusto, déjalo estar por favor.
                   -          No Dani, escúchame.
                   -          No Adriana. – se marcha de allí y veo que se le cae una lágrima.

Él me quiere y yo le quiero a él, porque seré tan idiota y estúpida.

Tengo que hacer algo, algo para decirle que yo también le quiero. Se me acaba de ocurrir una idea, pero necesito que David me ayude a ello. Cojo y le llamo.

                    -          ¿David? – pregunto.
                    -          Hola preciosa ¿Qué tal? – me dice.
                    -          Muy bien ¿y tú?
                    -          Genial, ¿Por qué me llamabas?
                    -          Necesito tu ayuda, Dani me ha dicho que me quiere y yo como una idiota no le he contestado y me he marchado, y ahora él se piensa que no le quiero y no es verdad.
                    -          ¿Qué necesitas? Como sabía yo que este chico estaba coladito por tus huesos.
                    -          Anda calla – le digo sonrojándome – necesito que le lleves a un sitio.

Le explique todo el plan y el accedió a ayudarme.

Me fui a casa en el bus y me metí en mi habitación a arreglarme. Ya había pedido a Álvaro y Carlos su ayuda para que me ayudaran con los preparativos, solo espero que este todo a tiempo y que lo hagan perfecto.

Ya sé que estas cosas las tiene que hacer el chico y no la chica, pero he tomado la iniciativa y si quiero estar con Dani es lo que debo hacer. Solo necesito que me escuche, que me escuche decirle que le quiero y todo será perfecto.

Acabe de arreglarme, me había vestido con un vestido azul corto y me deje el pelo suelto, aunque me definí los rizos. Estaba perfecta para la ocasión.

Pedí un taxi y me dirigí al lugar donde le diría todo. Cuando llego, lo miro está todo absolutamente perfecto, los chicos han hecho un gran trabajo. Y me senté a esperarle.

Narra Dani:

David me había mandado ponerme un traje, a este chico a veces se le iba la pinza, no me había dicho a dónde íbamos, y la verdad no tengo muchas ganas de ir.

Me senté con él, en la parte de atrás del coche, parecía idiota porque él iba vestido normal y yo con traje. Seré idiota por hacerle caso, seguro que es una broma.

Llegamos al destino, pero David no se bajó.

Vi un camino de rosas que se dirigían a la playa. Allí me encontré una mesa con unas velas. Era hermoso y perfecto, pero estoy seguro de que es una broma.

Cuando de repente vi aparecer una figura, era una diosa, estaba absolutamente perfecta. Pero… no entiendo absolutamente nada. Sé que ella no me quiere, ¿por qué me hace esto? ¿Quiere verme sufrir más? No lo soporto más. Cogí y me di media vuelta por donde había llegado.


                  -          No Dani espera, por favor – me suplico.


             
             Autora:

             Espero que os haya gustado el capítulo.
             Gracias como tantas veces os digo por leer mi novela y serle tan fiel.
             Espero vuestros comentarios a bajo, con vuestras opiniones tanto sin son buenas como si son malas.
             Muchas gracias de nuevo.
            
             Besos, María.

viernes, 23 de agosto de 2013

Un amor de verano - Capítulo 39


Capítulo 39:





Un mes después….

Narra Adriana:

Había pasado un mes… un mes desde que pasó aquello y que desde entonces María ya no es la misma.
Con nosotras está muy rara pero cuando esta con Blas vuelve a ser la misma, eso me alegra, saber que ella está bien con él.

De aquel día salió algo positivo, si es raro pero salió y tiene nombre.

Dani.

Es… tan perfecto, cada día estoy más enamorada de él.

Desde aquel día en el bar y le miré a los ojos no pude olvidarme y solo pienso en él. Desde aquel día hemos quedado mucho, a veces con los chicos pero muchas los dos solos, esos ratos eran los mejores.

Hoy había quedado con él, iba a llevarme a algún sitio, no sé a dónde y estoy muy nerviosa.

Me vestí bastante normalita, con unos vaqueros y una camiseta azul de media manga, últimamente de da por vestirme de azul, por que sera ja, ja, ja. Me recogí el pelo en una coleta alta y me maquille lo justo.  Y esperé a que llegara.

Al cabo de 5 minutos sonó el timbre de la puerta y me dirigí allí.

                  -          Hola preciosa – me dijo Dani al abrirle la puerta.

Me sonroje.

                  -          Hola guapo – le conteste.

Me dio un beso en la mejilla y me puse aún más roja de lo que ya estaba.

                  -          ¿A dónde me llevas? – le pregunto ansiosa.
                  -          Ya lo veras preciosa, todo a su tiempo.

Nos metimos en el coche y nos dirigimos al lugar misterioso.

Narra Dani:

Es tan preciosa, tan perfecta.

Me he enamorado de ella, desde que me choqué con ella en el bar.  Ella ha sido lo mejor que me ha pasado en la vida. Hace que me sienta especial y único. Ha pasado un mes ya y no se quiero decírselo, quiero decirle lo que siento, pero no estoy muy convencido de que ella sienta lo mismo por mí. Más bien estoy seguro de que ella solo me quiere como un amigo.

                  -          Hemos llegado – la digo.
                  -          Guau!!! Te lo has currado – me dijo conteniéndose la risa.
                  -          Ya ves, pero sé que te gusta.

La he traído al bar donde nos conocimos por primera vez.

                  -          ¿Te acuerdas del sitio no? – la pregunto cuando nos hemos sentado en una mesa.
                  -          Claro que me acuerdo, es el bar donde nos conocimos por primera vez – me mira y se sonroja.

Me encanta cuando se sonroja se la ve tan mona y tan tierna.

Pasamos la tarde charlando de todo, pero sobre todo de ella. Me encanta escucharla hablar y que me cuente lo que ha hecho durante el día, a sí me imagino que lo he pasado junto a ella.

                   -          ¿Por qué me has traído a este lugar Dani? – me pregunta.

Su pregunta me pilla desprevenido, no sé lo que quiere decir.

                   -          ¿No te gusta? – le digo.
                   -          No, no es eso, lo que pasa es que me extraña que me hayas traído a este sitio.
                   -          Porque me encanta – le digo.
                   -          Dani déjate de rodeos y dímelo ya. – me exige.
                   -          ¿Decirte el que Adri? – la miro nervioso.
                   -          La razón por la que me has traído a este sitio.
                   -          Yo…
                   -          Dani ya dímelo, me estas poniendo nerviosa.

                   -          Porque te quiero – se lo dije por fin mirándola a los ojos.
            
               
              Autora:

               Espero que os haya gustado el capítulo extra, como el otro era tan corto he decidido subir este otro.
               Espero vuestros comentarios abajo.
               Una vez más gracias por leer mi novela.

               Besos, María

Un amor de verano - Capítulo 38


Capítulo 38:




Narra María:

¿Qué? No podía ser verdad.

Él… Blas… no se acordaba de mí.

Mis lágrimas comenzaron a surcar mi cara. Mi corazón estaba sangrado.

                 -          ¿Quién eres? – me pregunta Blas.
                 -          ¿No te acuerdas de mí? – le digo.
                 -          No – me contestó mirándome a los ojos.
                 -          Soy María, tú…tú mejor amiga.
                 -          ¿En serio? Siento no acordarme de ti.
                 -          No te preocupes Blas, lo mejor ahora es que tú te recuperes. Lo siento chicos pero me voy a casa.

No deje que ninguno de ellos me acompañara. Mis lágrimas aún seguían recorriendo mi cara. No lo entiendo, ¿por qué a ellos los recuerda y a mí no? Él me conoce desde pequeña, debería de ser al revés, y ser a ellos a los que no reconoce.

No sé que hacer ahora, no tengo ganas de nada, lo mejor será marcharme a casa.

Cogí el bus y me dejo en la parada de enfrente del parque.

Camino hasta casa, no puedo parar de llorar, ¿por qué es tan cruel el destino?, ¿Por qué no nos deja ser felices?

Abro la puerta de casa, en cuanto aparezco se me abalanza Natalia para abrazarme.

                    -          ¿María estas bien? – me pregunta.
                    -          No, Blas….
                    -          ¿Qué pasa con Blas? Ven siéntate y cuéntanoslo.

Natalia me llevo al salón donde se encontraban todas, en cuanto me vieron me abrazaron, la verdad las necesitaba mucho, necesitaba su apoyo, saber que siempre las voy a tener ahí.

                    -          ¿Qué ha pasado? – me pregunta Didi, pasándome un brazo por los hombros.
                    -          Está bien. – Las chicas soltaron un suspiro aliviadas. – Pero no se acuerda.
                    -          ¿Nada de nada? – me pregunta Adri.
                    -          No se acuerda de mí.

Las chicas se quedaron de piedra. No se lo creían.

                     -          No sé qué hacer ahora… - les dije.
                     -          Lo que no tienes que hacer es alejarte de él. – me dice Laura.
                     -          ¿Quieres que te dé mi opinión? – me pregunta Natalia.
                     -          Claro amiga.
                     -          Yo que tú, ya que no se acuerda de ti y quieres estar con él, haría todo lo posible para volver a enamorarle.

Me quedé pensativa, la sugerencia de Natalia me había gustado bastante la verdad, a veces a esta chica se le ocurren ideas maravillosas.

Pero hay un problema, que a lo mejor no consigo que Blas se vuelva a enamorar de mí, a lo mejor empieza a sentir cosas por otra chica, o a lo mejor solo me quiere como su mejor amiga.

Tengo una cosa clara, que no me voy a rendir. Lucharé por él, volveré a enamorarle y si hace falta haré lo imposible para que vuelva a recuperar la memoria. Para que me recuerde, para que vuelva a sentir lo mismo por mí.



Un mes después……



Autora:

Siento haber tardado tanto en subir el capítulo. Espero que os haya gustado.
Una vez más gracias por leer mi novela, espero vuestros comentarios como siempre abajo.
A partir de ahora la relacion de Blas y María quedará apartada, siento ser tan mala, pero quiero comenzar las historias de los demás personajes, a si que os dejare con la intriga de que es lo que pasara entre Blas y María, pero no me olvidaré de ellos, a lo largo de la novela  seguireis teniendo noticias de ellos jajaja.
Gracias.

Besos, María.

martes, 20 de agosto de 2013

Un amor de verano - Capítulo 37


Capítulo 37:




Narra María:

¿Por qué?

¿Por qué el mundo es tan cruel conmigo? ¿Por qué no fui yo?

Llevaron a Blas al quirófano y no me dejaron pasar. No aguantaba más, necesitaba verle, necesitaba saber que estaba bien. Que sobreviviría.

Los chicos llegaron y me abrazaron, me dijeron algo pero yo no preste atención, ya no escuchaba a nadie. Me sentía sola, muy sola.

Apoyé mi espalda en la pared y me deje caer al suelo y  ahí me quede sentada, llorando.

Al cabo de tres horas, el médico sale. Me levanto corriendo y voy hacia él. Por favor que sean buenas noticias.

                  -          ¿Familiares de Blas Cantó? – pregunta el médico.
                  -          Sí. – contesto David.
                  -          ¿Cómo se encuentra doctor? – Pregunta Dani.

Miro a todos, en sus caras hay tristeza y dolor.

El médico tarda un poco en responder y temo que sea porque algo va mal.

                  -          Blas esta fuera de peligro – dijo y todos resoplamos aliviados – pero ha sufrido varias contusiones en el cerebro y dos costillas rotas.
                  -          ¿Pero se pondrá bien? – pregunta Carlos.
                  -          En un principio todo tiene que estar bien pero…  - el médico se puso serio – puede que no recuerde.
                  -          ¿Me está diciendo que puede que no se acuerde de nosotros? – le dije.
                  -          Sí, eso es a lo que me refiero.

Dios, espero que no pase eso.

                  -          ¿Podemos verle? – Pregunto Álvaro.
                  -          Dentro de cinco minutos podéis pasar a verle pero por favor no le alteréis, está muy débil.

Asentimos todos con la cabeza y nos sentamos a esperar.

Narra Blas:

Abrí los ojos, ¿dónde estoy? Me duele todo el cuerpo entero.

¿Qué me ha pasado? No me acuerdo de mucho, me acuerdo de que había salido de casa de Álvaro, y que cruce la carretera, que un coche se me echó de encima y luego ya no me acuerdo de nada.

Narra María:

Ya podíamos ir a ver a Blas, me moría de ganas de verle, de saber que estaba bien, de poder abrazarlos, de besarlo, de sentirlo junto a mí, y sobre todo de ver sus preciosos ojos.

Decidimos entrar por orden, no sé por qué, pero lo hicimos así.

Primero entraron David, Carlos y Dani.

Y después entramos Álvaro y yo.

Estaba despierto y cuando nos vio entrar su cara se ilumino. Sonreía, como echaba de menos su sonrisa.

                  -          ¿Cómo te encuentras Blas? – pregunta David.
                  -          Me duele todo, pero estoy mucho mejor que antes ja, ja, ja.
                  -          ¿Te acuerdas de lo que paso? – pregunto Dani.

Todos contuvimos la respiración, esperando a que dijera que sí.

                   -          Sí, me acuerdo que cruzaba la calle y que un coche me atropelló.
                   -          ¿Sabes quiénes somos? – le pregunto.

 Esa era mi duda, lo que más temía que él no se acordara de quienes éramos.

                    -          Sí y No.

¿Sí y no? ¿Qué significaba eso?

Narra Blas:

Estaban los chicos, Álvaro, Dani, Carlos y David.

¿Pero quién era esa chica? No recuerdo haberla visto nunca.

Narra María:

                     -          ¿Qué quieres decir Blas? – pregunta Carlos asustado.
                     -          Me acuerdo de ti Carlos – ellos suspiraron aliviados – de Álvaro, de Dani y de ti David.
                     -          Pero eso es genial ¿o no? – le vuelve a preguntar.

                     -          Pero no sé quién es ella. 



             Autora:
             
             Siento haber tardado en subir capítulo, espero que puedan perdonarme.
             Espero que os haya gustado mucho el capítulo, la verdad no es muy bueno pero bueno...
             Ya sabeis espero vuestros comentarios en el blog y vuestras preguntas al ask.
             Una vez más gracias por leer mi novela.

             Besos, María.

martes, 13 de agosto de 2013

Un amor de verano - Capítulo 36


Capítulo 36:




Narra María:

Decidí esperar a Blas no muy lejos de la casa de Álvaro para que no me viera.

Espero que no haya pasado nada de lo que luego se pueda arrepentir, espero que sigan siendo amigos y que por esto deje de cumplir su sueño. No me lo perdonaría en la vida que dejara el grupo, con todo lo que ha luchado ahora que lo está logrando no puedo dejar que lo deje.

Levanté la mirada y lo vi, acababa de salir del portal.

Le veía muy pensativo, ¿qué habrá pasado?

Lo seguí, intentaba llegar hasta a él pero estaba muy lejos.

Blas, estaba ahí… cuando ocurrió…

Narra Blas:

Pensaba en cómo iba a hacer para olvidarme de lo ocurrido, la verdad María dice que a ella ese beso no le significó nada, y la creo.

Así que ¿por qué no hacer como si no hubiera pasado nada? Va a ser lo mejor, dejarlo pasar, sé que no volverá a pasar. Además no puedo ni quiero estar enfadado ni separado de ella, es lo mejor que me ha pasado en la vida.

Crucé la carretera, cuando ocurrió… no lo vi venir… cuando quise darme cuenta ya estaba encima mío… no sentí nada y luego todo se volvió negro…

Narra María:

                 -          ¡BLAS! – Grite desesperadamente.

No puede ser, dime que no es verdad, por favor.

Salí corriendo hasta él, cuando llegue lo vi tirado en el suelo, tenía un aspecto horrible.

Lo abrace, no podía pasar esto, no, no, me niego a aceptar lo que esta ocurriendo.

                  -          Blas cielo, despierta, por favor. – le dije llorando. – No me hagas esto, despierta.

Abrió los ojos y me miró.

                  -          ¿María? – me susurro.
                  -          Shuus, todo va a salir bien cielo, te pondrás bien, ya lo verás.
                  -          Te amo no lo olvides. – me lo dijo mirándome a los ojos, parecía una despedida.
                  -          Blas yo también te amo.

De repente comenzó a cerrar los ojos, se estaba marchando, se estaba hiendo, se estaba muriendo en mis brazos.

                  -          Blas por favor, no me dejes, te amo, Blas vuelve conmigo, si tu mueres yo me muero contigo, vuelve por favor.

De repente unos brazos me apartaron de él, empecé a patalear y a chillar no quería separarme de él. Quería estar con él. Entonces me di cuenta de que era Álvaro. Me abrazó.

                  -          Tranquila, todo va a Salir bien, la ambulancia ya está aquí. – me susurro al oído.
                  -          No puedo perderle Álvaro. – le dije llorando.
                  -          Lo sé. - su voz estaba rota de dolor.

Le metieron en la ambulancia pero no me dejaron subir así que fui con Álvaro en su coche.

No puedo perderle, le amo, sin él no soy nada, sin él mi mundo no tiene sentido, es él el que hace que mi vida cobre sentido.

No soporto la idea de que se vaya de mi lado, me prometió que estaríamos siempre juntos, que no me abandonaría, que estaría siempre conmigo pasase lo que pasase y tiene que cumplirlo. Tiene que ser fuerte y quedarse aquí conmigo.

Mi mundo acaba de dar un cambio de 360 grados.

La desesperación y el terror se podían reflejar claramente en mi cara. Mis ojos se habían apagado para siempre.


Autora:

Espero que os haya gustado este capítulo sorpresa. Una vez más gracias por leer mi novela, para mi es muy importante.
He escrito este capitulo de más hoy porque no voy a escribir más. No os asusteis solo que no voy a estar hasta el sabado, a si que no podre subir capitulos.
Gracias de nuevo.
PD: Espero vuestros comentarios, con sugerencias, ideas... lo que se os ocurra.

Besos, María.

Un amor de verano - Capítulo 35


Capítulo 35:





Narra María:

Lo sabía, sabía que no me iba a perdonar, y no puedo vivir sin él.

          -          María, yo… - me dijo entrecortado.
          -          Blas, lo sé, no importa es lo normal, yo lo hice contigo. – no paraba de llorar.
          -          Lo siento,  te amo, quiero estar contigo, pero ahora necesito tiempo. – me dijo, él también estaba llorando.

Me abrazo, en sus brazos me sentía segura, pero no quiero perderle.

          -          ¿Entonces se acabó? – le pregunte.
          -          No. Te amo y no podría volver a estar separado sin ti, si te alejas de mi yo me muero.

Le sonreí, es absolutamente perfecto.

Me beso apasionadamente pero se separó bruscamente.

          -          ¿Qué pasa Blas? – le pregunto preocupada.
          -          Tengo que hablar con Álvaro.

Blas se separó de mí y se fue en dirección a casa de Álvaro.

Temo lo que vaya a pasar, temo que pase algo malo, mi sexto sentido me dice que pasara algo malo.

Le seguí, sé que no le va a gustar pero tengo miedo por él.  

Narra Blas:

La quiero, pero ahora necesito aclarar un par de cosas con Álvaro.

Me dirigí a casa de Álvaro, le voy a dejar un par de cosas claras.

No sé cómo pudo  haberlo hecho, él sabe que ella lo es todo, y además él es mi mejor amigo.

Llegue a su casa y subí, abrí la puerta.

           -          ¡Álvaro! – grito.
           -          ¿Blas? ¿Qué haces aquí? – me pregunta sorprendido.

Me acercó a él, no aguanto más y le pego un puñetazo.

            -          ¿Cómo pudiste haberla besado? – le pregunte furioso.
            -          Yo… Blas… lo siento, lo siento pero no pude evitarlo. – me dice arrepentido.
            -          Eres mi mejor amigo, y eso no lo va a cambiar nada ni nadie, los amigo están siempre por delante, pero, escúchame, ella es mía, y tienes que olvidarte de ella, ¿me oyes? – le dije muy serio.
            -          Lo haré, lo intentare, intentare olvidarme de ella. – me dijo.
            -          ¿Por qué? ¿Por qué ella, Álvaro?
            -          Por la misma razón por la que tú te enamoraste de ella, porque ella es perfecta.
            -          Tienes razón, ella es perfecta, es maravillosa.
            -          Si lo es, pero ella te ama a ti, ahora lo sé, ella te ha entregado su corazón. A sí que, si la haces daño otra vez la perderás, pero esta vez para siempre.
            -          Tal vez tengas razón. Me voy tengo que pensar que es lo que voy a hacer.  – hice una amago de marcharme, pero Álvaro me detuvo.
            -          Ella no tiene la culpa, la culpa la tengo yo.

Le mire y me marché.

Narra Álvaro:

Tengo que olvidarla, por él, por ella y por mí. Está decidido.

María al olvido, lo que espero es poder encontrar a mi princesa.



Autora:

Espero que os haya gustado el capítulo. Como siempre y nunca me cansare de hacerlo es daros las gracias por leer mi novela y ser unas fieles lectoras, gracias.
También espero vuestros comentarios, con vuestras ideas para proximos capitulos o ideas.
Tambien teneis mi ask para preguntar cualquier cosa: ask.fm/Blas7058
Gracias una vez más.

Besos, María.