viernes, 19 de julio de 2013

Imagina Blas


Imagina Blas:

Te encontrabas en casa, hacía mucho calor, era verano. 

Cuando alguien te llamo por teléfono. 

-     “¿(Tu nombre) quedas?”. 
-     “Claro” le contestaste a tu amiga. 
-     “Hemos quedado dentro de 15 minutos en el parque”. 
-     “Vale allí estaré”. 

Colgaste y te fuiste a cambiar, te pusiste un pantalón corto vaquero y una camiseta blanca de tirantes. Sales de casa. 

Cuando llegas al parque tus amigas ya están allí y os vais a dar una vuelta. 

De repente le ves a lo lejos, no puedes creértelo, era tu mejor amigo, bueno tú lo quieres más que como un amigo. 

Era Blas. 

Cuando le miraste, Blas levanto la cabeza y conectasteis la mirada, se dio cuenta de quien eras y te sonrió. 

Corriste hasta él y te lanzaste a sus brazos, llevabais un año sin veros. 

-     “¡Blas! No puedo creérmelo, eres tú!”. 
-     “Ja, ja, ja, si lo soy, te he echado de menos mi niña”. 

Os quedasteis un rato charlando pero te tenías que ir con tus amigas. Le das un beso en la mejilla y te vas. Pero Blas te coge la mano y te detiene. 

-     “Espera (Tu nombre)”. 
-     “Dime”. 
-     “¿Quedamos mañana por la noche?”. 
-     “Me encantaría”. 
-     “Genial, ponte guapa, te paso a buscar a las ocho”. 
-     “De acuerdo”. 

Entonces él se acerca a ti y te da un beso en la comisura de los labios, te sonríe y te sonrojas. 

Era ya esa noche que tanto esperabas desde que habíais quedado ayer. Como te dijo Blas, te pusiste guapa, escogiste un vista blanco, te ondulaste el pelo y te maquillaste. 

A las ocho en punto sonó el timbre y bajaste a abriste. 

Cuando abriste casi te desmayas, estaba muy sexy, estaba perfecto. 

-     “Fiu, fiu, ¡Uauh!, ¡Estas preciosa!”. 
-     “Gracias tú también estas muy guapo” le contestaste toda roja. 

Te cogió la mano y te llevo hasta el coche y os fuisteis a un restaurante a cenar, cuando acabasteis ninguno quería irse por lo que os fuisteis a dar un paseo por el lago. Os tumbasteis y mirasteis las estrellas. 

-     “Son preciosas” le dijiste. 
-     “No tanto como tú” te dijo mirándote a los ojos. 
-     “No te creas” le contestaste bajito. 
-     “Es verdad, ninguna estrella se puede comparar contigo porque eres hermosa”. 
-     “No lo creo Blas, no soy tan bonita”. 
-     “Sí que lo eres, eres perfecta”. 

Cuando Blas te dijo eso, moriste de amor por dentro. 

-     “Tú sí que eres perfecto” le dijiste. 

Entonces os fuisteis acercando poco a poco hasta que vuestros labios se fundieron en uno solo, hasta daros el beso más perfecto. 

Os separasteis, os mirasteis a los ojos y te dijo: 

-      “Te amo princesa, siempre lo he hecho y nunca dejare de hacerlo”. 
-      “Yo también te amo chiquitito”. 

Y os volvisteis a dar otro beso. Y allí os quedasteis abrazados y contemplando las estrellas. 

-     “Te amo princesa” te susurro Blas.


2 comentarios:

  1. Bye, bye que morro tiene esa chica quero se ella :(.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. jajjaja la verdad es que es uno de mis favoritos y me encanta!! me alegro de que te haya gustado

      Eliminar