Imagina David
Hoy era un día muy caluroso y decidiste tus amigas y tu ir a la playa.
Preparaste todas las cosas y os dirigisteis hacia allí.
Cuando llegáis, buscáis
un buen sitio. Te quitas la ropa y te tumbas en la toalla a tomar el sol.
Charlas con tus amigas sobre los chicos que les gustan, sobre ropa, música…
Cuando de repente cae una pelota en tu toalla, la coges, aparece un chico a
buscarla y te quedas mirándole embobada era… era David, tu ídolo. No podías
creértelo.
- “Perdón” te dijo.
- “No pasa nada ¿eres David no?” le preguntaste.
- “Si, ja, ja, ja, ¿sois auryners verdad?”.
- “Si” le respondiste sonriente.
- “¿Qué
os parece si jugáis un partido con nosotros?”.
- “Nos encantaría” le respondiste.
Os pusisteis de acuerdo para jugar al volleyball. Los equipos eran así: David,
Blas, amiga 1, Carlos y tú, y el otro, Álvaro, amiga 2, Dani, amiga 3 y amiga
4. Empezasteis a jugar, te lo pasabas de maravilla, entre risas, como si os
conocieseis de toda la vida. Acabasteis el partido y tu equipo había ganado.
- “¿No tenéis calor?” pregunto David.
- “Si mucho” le contestaste.
- “¿Vamos al
agua?”.
- “Claro”.
Cogisteis y os fuisteis al agua. Os metisteis y David no paro
de tirarte agua.
- “Para ya David”.
- “No quiero ja, ja, ja”.
- “¿No quieres? Ya verás”.
Cogiste, fuiste hasta él y le
hiciste una aguadilla. Y así entre juegos y risas pasasteis la tarde.
Cuando
salisteis os tumbasteis en la toalla y David cogió la suya y la puso a lado de
la tuya, pero al final acabo en la tuya y abrazándote. Tú no podías estar más
feliz.
Los chicos propusieron hacer una hoguera y cenar todos juntos y
aceptasteis. Te lo estabas pasando muy bien.
- “¿Te apetece dar una vuelta (Tu
nombre)?” te pregunto David.
- “Claro, vamos” le dijiste.
Os fuisteis caminando y
charlando sobre todo conociéndoos. En un momento de esa caminata David te cogió
la mano y no te la soltó. Ibais caminando de la mano por la playa de noche, más
romántico no podía ser, pensabas.
- “¿(Tu nombre)?”.
- “Dime”.
- “Tengo que decirte
algo”.
- “¿El qué?”.
- “No sé por dónde empezar, la verdad”.
- “Pues empieza por el
principio”.
- “Ja, ja, ja, vale. La verdad hoy me lo he pasado genial contigo y
me he dado cuenta de que te quiero y quiero estar contigo”.
- “¿En serio?” no
podías creértelo.
- “Si, te quiero y me estoy enamorando de ti”.
Ibas a
contestarle, pero te sobresaltó un ruido, miraste al cielo y viste fuegos
artificiales.
- “Yo también te quiero”.
- “Te amo mi niña” y te beso dulcemente.
Lo mismo que antes, bye.
ResponderEliminarjajajjajaja me alegro de que te haya gustado
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