Imagina Blas:
Te encontrabas en casa, hacía mucho calor, era verano.
Cuando alguien te
llamo por teléfono.
- “¿(Tu nombre) quedas?”.
- “Claro” le contestaste a tu amiga.
- “Hemos quedado dentro de 15 minutos en el parque”.
- “Vale allí estaré”.
Colgaste
y te fuiste a cambiar, te pusiste un pantalón corto vaquero y una camiseta
blanca de tirantes. Sales de casa.
Cuando llegas al parque tus amigas ya están
allí y os vais a dar una vuelta.
De repente le ves a lo lejos, no puedes
creértelo, era tu mejor amigo, bueno tú lo quieres más que como un amigo.
Era
Blas.
Cuando le miraste, Blas levanto la cabeza y conectasteis la mirada, se
dio cuenta de quien eras y te sonrió.
Corriste hasta él y te lanzaste a sus
brazos, llevabais un año sin veros.
- “¡Blas! No puedo creérmelo, eres tú!”.
- “Ja,
ja, ja, si lo soy, te he echado de menos mi niña”.
Os quedasteis un rato
charlando pero te tenías que ir con tus amigas. Le das un beso en la mejilla y
te vas. Pero Blas te coge la mano y te detiene.
- “Espera (Tu nombre)”.
- “Dime”.
- “¿Quedamos mañana por la noche?”.
- “Me encantaría”.
- “Genial, ponte guapa, te
paso a buscar a las ocho”.
- “De acuerdo”.
Entonces él se acerca a ti y te da un
beso en la comisura de los labios, te sonríe y te sonrojas.
Era ya esa noche
que tanto esperabas desde que habíais quedado ayer. Como te dijo Blas, te
pusiste guapa, escogiste un vista blanco, te ondulaste el pelo y te
maquillaste.
A las ocho en punto sonó el timbre y bajaste a abriste.
Cuando
abriste casi te desmayas, estaba muy sexy, estaba perfecto.
- “Fiu, fiu, ¡Uauh!,
¡Estas preciosa!”.
- “Gracias tú también estas muy guapo” le contestaste toda
roja.
Te cogió la mano y te llevo hasta el coche y os fuisteis a un restaurante
a cenar, cuando acabasteis ninguno quería irse por lo que os fuisteis a dar un
paseo por el lago. Os tumbasteis y mirasteis las estrellas.
- “Son preciosas” le
dijiste.
- “No tanto como tú” te dijo mirándote a los ojos.
- “No te creas” le
contestaste bajito.
- “Es verdad, ninguna estrella se puede comparar contigo
porque eres hermosa”.
- “No lo creo Blas, no soy tan bonita”.
- “Sí que lo eres,
eres perfecta”.
Cuando Blas te dijo eso, moriste de amor por dentro.
- “Tú sí que
eres perfecto” le dijiste.
Entonces os fuisteis acercando poco a poco hasta que
vuestros labios se fundieron en uno solo, hasta daros el beso más perfecto.
Os
separasteis, os mirasteis a los ojos y te dijo:
- “Te amo princesa, siempre lo he
hecho y nunca dejare de hacerlo”.
- “Yo también te amo chiquitito”.
Y os
volvisteis a dar otro beso. Y allí os quedasteis abrazados y contemplando las
estrellas.
- “Te amo princesa” te susurro Blas.
Bye, bye que morro tiene esa chica quero se ella :(.
ResponderEliminarjajjaja la verdad es que es uno de mis favoritos y me encanta!! me alegro de que te haya gustado
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