miércoles, 29 de enero de 2014

Un amor de verano - Capítulo 54


Capítulo 54:




Narra Blas:

Llego sin aliento e intento divisarla ya que las lágrimas me impiden ver con total claridad. Sigo andando hasta que la veo, está allí subida, encima del muro del puente. Corro hasta allí.

                  -          ¡MARÍA, NO POR FAVOR! – la grito.

Ella gira la cabeza y me mira, sus ojos muestran sorpresa, puesto que no esperaba que la encontrara.

                  -          Vete Blas, no quiero verte, esta decido, se acabó.

Dio un amago de tirarse pero corro hasta ella y le agarro de la muñeca para que no lo haga.

                   -          No lo hagas María por favor – la dije mirándola.

Ella me miro con lágrimas en los ojos.

                   -          Lo siento Blas, Pero ya no puedo más.
                   -          No por favor, hablemos ¿vale? – le ruego.
                   -          No Blas, no hay nada de qué hablar, no te acuerdas de mí, no me quieres, y yo no soporto esto, no soporto verte cada día y que no te acuerdes de mí, no soporto ver cómo te gusta otra, cuando antes me querías a mí, no soporto la idea de que jamás voy a tenerte, que no voy a volver a besarte ni a abrazarte, que jamás me mirarás a los ojos de la forma especial en que lo hacías…
                   -          Yo… lo siento María, yo no quería esto y tú lo sabes – intenté justificarme sin éxito mientras ella seguía llorando.
                   -          No lo sientas, sé que no es tu culpa, pero ya da igual todo, da igual todo lo que pase, ya que tú jamás vas a recuperar tu memoria, ya no volverás a recordar todos nuestros momentos – me dice aun llorando.
                   -          No digas eso, quien sabe a lo mejor vuelvo recordar, pero por favor, baja de ahí. Te vas a matar – la digo angustiado.
                   -          ¿Y? ¿A quién le va a importar? – me dice.
                   -          A mí, me importa a mí – le digo tajante.
                   -          Mentiroso – me dice – yo no te importo nada.
                   -          Ahora eres tú la mentirosa, sí que me importas y mucho – le digo cuando una lágrima por la cara.

Se quedó callada, no sabía lo que le pasaba por la cabeza, pero estoy seguro de que si se tira por el puente, me muero.

No sé que tiene María, hay algo en ella que me hace sentirme seguro, a gusto, es una sensación rara pero a la vez reconfortante. Cada vez que está cerca, mis sentidos se separan, tengo una obsesión por protegerla, porque nada malo la pase, porque no sufra, por hacerla feliz. Y soy el primero en hacerla sufrir y eso me está consumiendo poco a poco.

Aún sigo teniendo en mi cabeza las preguntas de Álvaro, no puedo sacarlas de mi mente y solo pienso en eso. Álvaro me pregunto: ¿La quieres? ¿Quieres a María? ¿La amas?

Ahora mismo si me lo volviera a preguntar sabría contestarle.

Sí, la quiero la amo, pero no quiero hacerla daño, no la recuerdo, no recuerdo esos momentos tan bonitos que ella me ha contado que hemos pasado juntos. Yo quiero estar con ella, ir despacio, enfrentarnos juntos, los dos, a nuevas emociones y sentimientos. Pero para ello, ella tiene que olvidar todo esto o superar que yo probablemente no volveré a ser ese chico, el chico del que ella se enamoró.

¿Cómo se lo explico yo ahora?

Narra María:

Cuando Blas pronunció esas palabras me quede en shock, bueno más bien pensando. Pensando en lo que me acababa de decir, de que le importo algo, de todos esos momentos junto a él que jamás vamos a volver a recordar juntos, aquellos momentos en los que solo uno de los dos se acordará, solo yo sabré que es lo que paso realmente, solo yo seré la que recordaré esos momentos, la que se acordará de cada palabra que me dijo, de cada gesto, de cada caricia y cada beso. El que él no se acuerde de nada de todo eso, me mata y por eso no podemos estar juntos, no puedo estar con él, si es que realmente siente algo por mí que no es verdad, porque no soporta la idea de que él no se acuerde de los pequeños gestos y de que probablemente se enamore de otra chica más guapa y que será incluso mejor que yo.

Blas se acerca lentamente a mí, me agacho para poder mirarle a los ojos, y veo sufrimiento y muchos, muchos nervios, aunque también veo algo extraño en ellos, algo que no sé lo que significa.

                     -          Por favor María, baja de ahí, te lo suplico – me ruega.
                     -          No puedo Blas, es mi decisión, y no voy a cambiar de opinión. Ya está, se acabó – le digo sinceramente y aun llorando.
                     -          ¿Por qué? Dime ¿Por qué? ¿Por qué vas a hacer esto? ¿Por qué quieres acabar con tú vida? – me pregunta Blas llorando ya.
                     -          Porque no pudo vivir si tu no estas a mi lado, porque no soy nadie sin ti. Tú eres mi mundo – le contesto.

Me giro al frente, observo el río, el agua, el cielo.

Y todo se vuelve negro.

Narra Blas:

                      -          ¿Por qué? Dime ¿Por qué? ¿Por qué vas a hacer esto? ¿Por qué quieres acabar con tú vida? – le pregunto a María llorando ya.
                      -          Porque no pudo vivir si tu no estas a mi lado, porque no soy nadie sin ti. Tú eres mi mundo – me contesta.

Me quedo en blanco sin saber muy bien que decir. La veo girarse y mirar al frente.

Y solo tengo tiempo para gritar su nombre desesperadamente.


                      -          ¡MARÍA!



    
       Hola amores!!!

       Espero que os haya gustado el nuevo capítulo y siento mucho haberos dejado tanto tiempo sin ningun capítulo pero es que he estado con examenes y no he tenido mucho tiempo para escribir. Espero que puedan perdonarme.

        Espero como siempre y con cada capítulo vuestros comentarios con lo que os ha parecido, lo que esta bien, lo que esta mal y con vuestras sugerencias.

         Gracias como siempre por leer, sin vosotras esto no sería posible.

      Besos, María

         PD: os dejo el link de mis otras novelas.
         - La verdadera historia de Cato y Clove:  http://masalladelaimaginacioncatoyclove7058.blogspot.com.es/
         Espero que os gusten.